Más de 200 años después, la maja desnuda de Goya puede ser vestida. Desde muchos ámbitos de la sociedad se ve inaceptable tener a una persona desnuda durante tantos años, a la intemperie e impidiendo que disfrute de la moda y de las nuevas tendencias.
La propia maja tampoco parece estar muy satisfecha con su situación, motivo por el cual ha solicitado oficialmente una vestimenta, un atuendo, así como el derecho a cambiarlo cuando lo desee. El motivo principal no es otro que la hartura. “Estoy hasta el moño de estar en pelotas” señaló con visibles síntomas de enfado, propinando un rodillazo en la entrepierna a un viandante que paseaba a su caniche por la ribera del manzanares. Minutos después, en un gesto muy humano, pidió perdón al agredido y al animal.